Alessandro Zanardi gana el oro paralímpico en Río 2016

Alessandro Zanardi, embajador de BMW, cumplió otro sueño en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. El italiano, amputado de dos piernas desde un accidente hace 15 años, no dejó que nadie le detuviera en las competiciones de handbike en Brasil y demostró a los espectadores y a sí mismo los enormes logros que puede inspirar la propia voluntad incondicional.

 

El italiano, de 49 años, empezó en la categoría H5 de handbike y sólo ocupaba la tercera posición después de una de las dos vueltas de 10 kilómetros, pero entonces subió realmente la temperatura y pudo celebrar su tercera medalla de oro paralímpica después de un esfuerzo de cuerpo entero de 28 minutos y 36,81 segundos. El jueves y el viernes, hay más competiciones en el programa en las que el embajador de la marca BMW vuelve a ser uno de los favoritos para los puestos de medalla.

 

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Alessandro Zanardi: «Ha sido un largo viaje, que prácticamente empezó el día después de los Juegos de Londres, cuando decidí centrarme en un nuevo horizonte en mi vida, que era Río de Janeiro. También hay que saber que el estadio y las instalaciones deportivas de Río se construyeron donde antes estaba la pista de Indycar. Allí siempre fui rápido, pero nunca gané una carrera. Así que en el fondo pensé que esta sería otra oportunidad para enderezar el rumbo y conseguir por fin algo en Río. Después de estos emocionantes años de preparación, y teniendo en cuenta que técnicamente el circuito no me gusta tanto, es fantástico volver a tener el oro en mis manos.

Sabía que el recorrido de Pontal no me convenía técnicamente por muchas razones. Así que elaboré un plan detallado con mi entrenador sobre cómo debía enfocar y dividir la carrera. Lo seguí al pie de la letra. Tengo que reconocerlo: Fue duro cuando, después de la primera vuelta, me di cuenta de que sólo era tercero y que mi diferencia con el líder Stuart Tripp era de casi 20 segundos. Pero seguí dándole a la manivela, seguí mi plan, puse en práctica mi proyecto. Y en la segunda vuelta conseguí realmente un milagro. Porque no sólo no bajé el ritmo, sino que incluso conseguí aumentarlo y esprintar al final. Ganar el oro de esta manera, con sólo 2,7 segundos de ventaja, es una sensación aún más bonita que si hubiera sido al revés. Estoy exultante y quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado a estar aquí y a disfrutar hoy de este gran éxito».