Cuando el cabeza de familia celebra un cumpleaños importante, toda la familia está invitada. El BMW M3 no es una excepción, porque el deportivo de gama media, que se presentó en 1985 y se fabrica desde 1986, celebra estos días en la mejor compañía: además del antepasado de la generación E30, todos sus descendientes también han acudido a festejar el aniversario con algún que otro trago de bebida fría de alto octanaje.
El nuevo edificio BMW Group Classic ofrece el marco adecuado, ya que la mayoría de los vehículos expuestos se alojan aquí de forma permanente y se conservan en un estado que hace derramar lágrimas de alegría a los amantes de los automóviles históricos. Y si deja que su mirada se pierda por el exclusivo aparcamiento, no podrá evitar las lágrimas: simplemente no sabrá en cuál de las leyendas debe detenerse su mirada durante más tiempo.
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Porque aunque el BMW M3 ha cambiado varias veces en los últimos 30 años, todos los modelos son hermanos en espíritu: Ya sean de cuatro, seis u ocho cilindros, de dos o cuatro puertas, con o sin techo: todos los BMW M3 representan el placer de conducir y el deseo de experimentar el máximo dinamismo en un automóvil apto para el uso diario.
Los avances logrados entretanto no sólo se aprecian en la potencia del motor, que ahora alcanza los 450 CV, y en las prestaciones de conducción resultantes, sino también en aspectos como el chasis, la dirección, la transmisión, el confort, el infoentretenimiento y la eficiencia. El progreso técnico también es inconfundible en áreas como el chasis, la dirección, la transmisión, el confort, el infoentretenimiento y la eficiencia. En los últimos 30 años, el BMW M3 ha madurado paso a paso hasta convertirse en una berlina deportiva cada vez más perfecta, capaz de dar la vuelta al circuito de Nürburgring en menos de ocho minutos, a pesar de mejorar constantemente sus cualidades cotidianas.
Puede que eso no sea posible con el BMW M3 E30 de 1986, pero sin duda ha transmitido a sus descendientes los genes de todos los éxitos actuales: La equilibrada distribución del peso, la tracción trasera y una configuración del chasis que proporciona la máxima confianza incluso a alta velocidad y protege al conductor de sorpresas desagradables hacen que el BMW M3 sea uno de los coches más deseados de su tiempo hoy, como lo fue hace 30 años.