Mejores prácticas de implantación: su guía de supervivencia para implantar un nuevo sistema

Implantar tecnologías CRM y ERP para aumentar las ventas y optimizar las operaciones comerciales es siempre una buena idea. Pero también puede convertirse rápidamente en una pesadilla logística.

En primer lugar, ¡haz un plan! Asegúrese de que entiende claramente los objetivos y las expectativas que sus colegas tienen de su nueva solución. Esto le ayudará a conseguir el apoyo del equipo durante todo el proyecto (antes, durante y después de la ejecución).

Algunas personas pueden pensar que la solución CRM o ERP es una moda pasajera o una burbuja cerebral de los directivos. Si no deja claro a sus equipos el origen de la decisión, el cambio parecerá mucho más desalentador, puntualiza la empresa de ERP alimentación Galdón Software.

Mapee sus procesos

Sería una pérdida de tiempo y dinero invertir en una tecnología CRM o ERP que no se ajusta a sus necesidades o no funciona eficazmente con sus procesos críticos. El mapeo de procesos es una representación gráfica de un flujo de trabajo empresarial o de una serie de acciones. Este paso le ayudará a identificar las tareas que pueden simplificarse, mejorarse o incluso automatizarse utilizando su nueva solución.

Evaluar y priorizar las necesidades de su empresa

Identifique los puntos fuertes y débiles de los sistemas con los que trabaja actualmente. La cartografía de sus procesos será muy beneficiosa en este caso. Determine sus necesidades futuras basándose en lo que prevé que se necesitará en el futuro. Es esencial que su nueva aplicación sea escalable y pueda satisfacer las necesidades del negocio a medida que vayan surgiendo.

Otros factores que hay que tener en cuenta son los costes iniciales y permanentes de la solución, la facilidad de configuración e interacción con las herramientas existentes, la asistencia al usuario, el almacenamiento de datos, las opciones de personalización, etc.

¿Y qué hay de la elección del socio adecuado? Este artículo le guiará en este proceso: ¿Cómo elegir un consultor de ERP?