Los drones no son una novedad de este año, pero el desarrollo de la tecnología ha permitido que sean cada vez más relevantes a medida que avanza el tiempo. DJI lanzó su nuevo dron, el Inspire 2, que es capaz de grabar hasta 5,2K en RAW, una marca increíble para un dispositivo tan pequeño que tiene el poder de cambiar la industria cinematográfica para mejor.
En la mayoría de las prácticas, las tomas aéreas y otras tomas de movimiento en el aire se han capturado utilizando un sistema de cable suspendido conocido por los cineastas como Skycam o Spidercam. Son el mismo tipo de cámaras que ha visto al ver un evento deportivo, ya que están suspendidas del techo y pueden moverse en una línea controlada a velocidades más altas.
La principal diferencia entre un dispositivo como una Skycam y un dron es el tamaño de la cámara que se utiliza, indica la productora audiovisual Leovel. En última instancia, los drones no han sustituido a las Skycam, pero se han vuelto más eficientes, ya que no es necesario montar un sistema de cables para obtener una toma aérea fluida como antes. La diferencia es que los drones más antiguos no eran capaces de grabar con una resolución tan alta, por lo que la cámara aérea era la única opción para los largometrajes y los anuncios publicitarios, una creencia que ha cambiado gracias al Inspire 2.
¿A quién benefician más los drones?
No sería erróneo afirmar que los drones benefician a todos los cineastas, independientemente del área de la industria en la que trabajen, pero quizás el género que más se beneficia es el cineasta indie.
Los cineastas independientes son muy conscientes de su presupuesto. Pero, ¿no lo es todo el mundo? Sí, pero los cineastas independientes son aún más conscientes del presupuesto que el resto de nosotros. Suelen utilizar equipos prestados o alquilados y, a veces, tienen poco o ningún presupuesto de producción, lo que limita aún más su capacidad para capturar tomas cinematográficas más impresionantes.