Problemas de consumo de combustible para MINI USA: debido a unas cifras de consumo de combustible demasiado optimistas, MINI tiene que corregir los datos y compensar económicamente a los clientes engañados. ¿Buscas comprar coches de segunda mano al mejor precio online?
Actualización: Tal y como están las cosas, MINI no pagará ninguna compensación en los EE.UU.. Dado que las cifras incorrectas de consumo de combustible eran de sólo una milla por galón de combustible, no parece necesario el pago de una indemnización.
Siguiendo los pasos de otros fabricantes de automóviles, MINI, filial de BMW, ha tenido que revisar al alza las cifras de consumo de combustible de algunos modelos en Estados Unidos. Un total de cuatro modelos actuales se ven afectados, y el consumo estándar americano debe declararse -convertido- hasta 0,7 litros por cada 100 kilómetros más alto en el futuro.
Además, los clientes que compraron su vehículo con la promesa de un menor consumo de combustible deben ser compensados económicamente – BMW no quiso revelar a cuánto asciende esta compensación ni al Wall Street Journal ni a la revista Manager. Otros fabricantes de automóviles, como Hyundai, pagaron más de 700 dólares, según los casos, para apaciguar a los clientes engañados. En total, los coreanos sufrieron daños por valor de varios cientos de millones de dólares.
El detallado artículo de Manager-Magazin explica muy claramente cómo se engaña al ciclo de conducción europeo por todos los medios imaginables y por qué este procedimiento no funciona en Estados Unidos.
En Alemania, el MINI Cooper S F56 actual se cotiza con un consumo en la UE de 5,4 a 5,8 litros a los 100 kilómetros, dependiendo de la caja de cambios. En la práctica, que suele ser más deportiva, muchos clientes consumen uno o dos litros más.
Aunque la UE trabaja actualmente en un nuevo ciclo de conducción más realista, la resistencia de los fabricantes de automóviles es grande. No es de extrañar teniendo en cuenta las normas de CO2, cada vez más estrictas, ya que un ciclo comunitario más práctico encarecería drásticamente la consecución de los límites de CO2 previstos: en París, el jefe de VW, Winterkorn, calculó recientemente que cada gramo de CO2 ahorrado cuesta casi 100 millones de euros en investigación y desarrollo.